Euskal Herriko Hazien Sarea - Red de Semillas de Euskadi
- Berezi Zabala
- 1 jun 2021
- 8 Min. de lectura
Una resistencia contrahegemónica mediante la recuperación, conservación y puesta en valor de la semilla autóctona y la memoria biocultural
La entrada del Estado español en la Comunidad Económica Europea (CEE), la apertura al comercio internacional y la nueva aplicación de la Política Agraria Común (PAC) en la década de los 80 tuvo un impacto decisivo en la economía y en la sociedad vasca, especialmente en el entorno rural. La PAC entró en vigor como caballo de troya, disfrazada de promesas que garantizaban la seguridad alimentaria, pero introduciendo, en realidad, una política agraria neoliberal que favorecía únicamente a las grandes industrias agroalimentarias. Por supuesto, todo ello ocurría en detrimento del interés de los y las baserritarras (campesinos) y el interés de la sociedad en general, cuya autonomía para la producción y el consumo de alimentos saludables ha ido disminuyendo a medida que las gigantes corporaciones agroindustriales han ido monopolizando el conjunto del sistema agrario. Sin embargo, ante esta coyuntura han ido surgiendo nuevas fuerzas de resistencia que han trabajado y trabajan hoy por la recuperación de la agricultura tradicional y sostenible, la memoria biocultural y la soberanía alimentaria de los pueblos. Entre diversas iniciativas, en este artículo recogemos la labor de Euskal Herriko Hazien Sarea - Red de Semillas de Euskadi, una organización sin ánimo de lucro que se dedica, como veremos a continuación, a la recuperación de la sabiduría tradicional, la conservación de semillas autóctonas, y la sensibilización ciudadana.
A priori la PAC marcó como objetivo principal la seguridad alimentaria de las personas, es decir, “el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, el derecho a una alimentación apropiada y el derecho a no padecer hambre” (Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria Mundial, 1996). Sin embargo, estos objetivos no se han cumplido. Como atienden desde la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO), todavía hoy el 1,8 por ciento de la población a nivel mundial (690 millones de personas) sufre de privación grave de alimentos y otra gran parte de la población mundial sufre de malnutrición debido a los nuevos hábitos alimenticios (especialmente en los países del Norte) y a las dificultades para acceder regularmente a alimentos nutritivos y suficientes.
Pero además de no poder garantizar la seguridad alimentaria de la población, la aplicación de la PAC ha supuesto también una enorme precarización de los y las baserritarras y del mundo rural en general. Esto se debe a diferentes razones:
Con la aplicación del PAC y la tendencia monopolizadora de los sistemas agrarios, muchos y muchas baserritarras se han visto incapaces de competir con la elevada mecanización de los monocultivos
Con la industrialización, mecanización y profesionalización de la actividad agraria, se ha sustituído la mano de obra baserritarra por el capital industrial, perdiendo así cuantiosos puestos de trabajo
La incorporación de semillas transgénicas e híbridas y el uso de agroquímicos, ha creado una enorme dependencia de los y las baserritarras que ahora se ven en la obligación de comprar nuevas semillas y fertilizantes anualmente, elevando así sus gastos y el coste total de la producción
La incorporación de la agricultura transgénica también ha supuesto un debilitamiento del tejido social comunitario: por un lado, porque se están perdiendo las prácticas de intercambio de semillas y saberes, fundamentales para cohesión y armonía en el ámbito rural; y, por otro lado, porque la incompatibilidad entre los cultivos transgénicos y cultivos ecológicos ha fomentado una fuerte tensión entre los baserritarras que optan modelos agrarios productivistas y aquellos que escogen el modelo agroecológico.
Esta situación de tensión en el medio rural, la marginalización de la agricultura sostenible, así como la falta de apoyo por parte de la sociedad cuyos hábitos de compra y consumo favorecen a los grandes supermercados, desaniman a los y las jóvenes a dedicarse a la agricultura ecológica y de pequeña escala. Como consecuencia de esta falta de relevo de las siguientes generaciones, el sector primario y en general el medio rural experimenta hoy un fuerte envejecimiento, poniendo en riesgo la supervivencia de la sabiduría tradicional baserritarra, vital para el mantenimiento de modelos agrarios sostenibles y justos con la cultura y el entorno local. Además de este envejecimiento, el campo vasco también ha sufrido el paulatino proceso de descampesinización que hoy apenas cuenta con el 4% del total de la población vasca habitando el medio rural (Murua et. al, 2006).
El éxodo rural se ha traducido también en enormes extensiones de monocultivo (ver gráfico), que ha supuesto un terrible impacto sobre el capital natural vasco, generando una enorme pérdida de biodiversidad, dañando los ecosistemas y ciclos naturales autóctonos, y debilitando la tierra, elevando así el riesgo de desprendimiento de tierras, inundaciones, plagas, e incendios.

Gráfico de Superficie ocupada por plantaciones de pino radiata según IFN3 (2005) (1)
En cuanto al ámbito sociocultural, como apuntan los mismo autores, el declive de la actividad agraria se ha traducido en una reducción de la presencia de los y las productoras en los mercados, que, por otro lado, cada vez cuentan con una menor trascendencia económica, quedando en la mayoría de sus casos reducidos a actos de carácter folklórico y perdiéndose así una enorme fuente de animación económica y social de la vida local (Murua et. al, 2006).
En esta coyuntura, nace en 1996 la Red de Semillas de Euskadi- Euskal Herriko Hazien Sarea (EHHS), una red de baserritarras y personas comprometidas con la preservación de los saberes tradicionales y la agricultura sostenible. Ante el carácter no vinculante y engañoso de la seguridad alimentaria, EHHS apuesta por la defensa de la soberanía alimentaria, una nueva noción acuñada por la Vía Campesina para trascender las limitaciones de la seguridad alimentaria y que defiende, en definitiva,
“...el derecho de los pueblos a determinar sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garantizan el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales...”
Declaración final del Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaria, 2001
La soberanía alimentaria, por tanto, defiende la autonomía de los pueblos a elegir qué comida se produce, dónde se produce, cómo se produce y a qué escala (Hernandez y Demarais, 2009).
Sin embargo, para gozar de esta autonomía es imprescindible contar con el control sobre las semillas, ya que éstas constituyen un pilar irremplazable en la producción de alimentos. Este control sobre las semillas es en la actualidad un "territorio" en disputa entre el campesinado y las grandes corporaciones agroindustriales y de industria genética, como el gigante Monsanto. Y es que como atiende Liz Hosken en “Semillas de Libertad” controlando la semilla, se controla al agricultor, y controlando al agricultor se consigue el control pleno sobre todo el sistema alimentario.
Es por ello que la labor de la Red de Semillas de Euskadi, y el resto de redes de semillas de las distintas comarcas a lo largo del Estado y el continente Europeo, es fundamental. En el caso de la Red de Semillas de Euskadi, su labor se centra en tres tareas principales:

INVESTIGACIÓN ETNOBOTÁNICA
Euskal Herriko Hazien Sarea se encarga, en primera instancia, de recuperar la sabiduría tradicional de los y las campesinas. Para ello, lleva a cabo entrevistas con baserritarras donde recogen sus modos de siembra, sistemas de regadío, criterio de selección de las semillas, rotación de cultivos, ciclos lunares, estacionalidad, pronóstico del clima, etc. Además de esto, los y las baserritarras hacen también una donación de sus propias semillas para poder posteriormente conservar las distintas variedades autóctonas.
Mediante esta labor de recuperación de la memoria biocultural, EHHS recoge el conocimiento, las prácticas y las creencias del territorio transmitidas de generación en generación. Como decíamos, el medio rural está envejeciendo y con el fallecimiento de los y las ancianas, desaparece también su sabiduría ancestral. Recuperar esta sabiduría significa mantener viva la identidad del pueblo y el medio rural vasco que hoy está en decadencia.
CONSERVACIÓN
En esta segunda fase EHHS trata de conservar las semillas y plantas donadas por los y las baserritarras. Esta conservación, como explica Joseba Ibarguengoitia, se lleva a cabo de dos maneras: in situ y ex situ.
La conservación in situ se realiza gracias a los y las “guardianas de semillas”. La Red de Semillas de Euskadi cuenta con más de 200 guardianes de semillas y frutales, personas comprometidas con la protección de la agrobiodiversidad autóctona, que cultivan las semillas y frutales donados por los y las baserritarras. De este modo, mediante el cumplimiento del ciclo completo de las semillas, es decir, plantando la semilla, sacando una nueva semilla de esa planta y volviendo a cultivarla, y compartiéndola posteriormente con la comunidad, posibilitan la supervivencia de la semilla autóctona.
Por otro lado, EHHS protege también las semillas conservándolas ex situ, es decir, guardándolas en un banco de semillas (cámaras frigoríficas) donde pueden permanecer hasta más de 25 años.

Fotografía recuperada de Cadena Ser (2)
La conservación de la semilla se ha convertido hoy en un símbolo de resistencia contra una agroindustria que arrasa con el tejido productivo y social campesino. Conservar estas semillas, significa mantener viva las variedades locales heredadas de generación en generación, adaptadas a la tierra y la climatología autóctona, y que, al no precisar de pesticidas ni productos agroquímicos, otorgan a los y las baserritarras de la autonomía necesaria para producir sus cultivos con libertad. Así lo explica Konsuelo Ellakuria en el siguiente vídeo:
“Las semillas son necesarias. Hacen falta en casa para sembrar porque si no, tienes que ir a comprarlas, y teniéndolas en casa las siembras cuando quieres.”
DIVULGACIÓN, FORMACIÓN Y PUESTA EN VALOR
La última fase del trabajo de EHHS, pero no por ello menos importante, es la puesta en valor, divulgación y sensibilización sobre la importancia de la semilla autóctona. Para ello, EHHS por un lado, cuenta con un proyecto educativo “Hazitik ikasten” (Aprendiendo de la Semilla) donde llevan a cabo intervenciones educativas en centros escolares. Mediante unidades didácticas, juegos, talleres y catas de productos agroecológicos, forman y sensibilizan a las futuras generaciones, alumnos y alumnas de primaria, secundaria, bachillerato y ciclos superiores, sobre la importancia del consumo ecológico y local, productos de Km 0, el cuidado de la tierra, la conservación de la biodiversidad agrícola, y el gusto por una alimentación saludable y sostenible.
Además de eso, celebran también talleres, charlas, ferias de semillas y catas, dirigidas a los y las productoras, y al resto de la ciudadanía con el fin promover una producción sostenible y un consumo local y responsable.
Ante la deriva de Euskadi hacia modelos de consumo y producción insostenibles, la debilitación de la diversidad agrícola, el éxodo rural y la pérdida de la sabiduría de los y las baserritarras, la Red de Semillas de Euskadi, cumple hoy una labor imprescindible por la recuperación y supervivencia no sólo de las especies autóctonas si no del medio rural en general.
Y es que, como explica el Doctor Melaku Worede en "Semillas de Libertad" la recuperación de la diversidad agrícola es sinónimo...
"de seguridad, de calidad de vida, de mejor nutrición, mejor división del trabajo (...) La diversidad es supervivencia, significa poder seguir produciendo, significa poder seguir siendo agricultor."
(1) Recuperado de https://forestpioneer.com/wp-content/uploads/2020/05/GF12-Mecanizacion-forestal-en-euskadi-tala-y-desembosque-1.pdf
BIBLIOGRAFÍA
Murua, J.R; Eguía, B; Malagón, E; Albiac, J. (2006) "Coste de la no agricultura en el País Vasco". Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Vitoria-Gasteiz. Recuperado de: https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/coleccion_lur_itsaso/es_dapa/adjuntos/Coste%20no%20Agricultura.pdf
Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria Mundial, (1996) Recuperado de: http://www.fao.org/3/w3613s/w3613s00.htm
Declaración final del Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaria (2001). Recuperado de: https://cloc-viacampesina.net/declaracion-final-del-foro-mundial-sobre-soberania-alimentaria-2002-01-01
Gráfico de Superficie ocupada por plantaciones de pino radiata según IFN3 (2005) Recuperado de: https://forestpioneer.com/wp-content/uploads/2020/05/GF12-Mecanizacion-forestal-en-euskadi-tala-y-desembosque-1.pdf
Entrevista a Joseba Ibarguengoitia de Red de Semillas Euskadi en la Cadena Ser. Recuperado de: https://cadenaser.com/emisora/2019/09/30/ser_vitoria/1569857431_631824.html
Basortu Elkartea (2014) "Haziak eta Jakintza" Recuperado de: https://vimeo.com/108093607
The Gaia Foundation (2012) "Semillas de Libertad" Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=9jE0-7GhJ8E
Red de Semillas de Euskadi (2020) “Mujeres, Agroecología y Dinamización Rural” y “El reparto anual de semillas de variedades locales” Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=pvhamOjKQ0k
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